Salomón

Entonces yo me he tomado el tiempo para compartirles con ustedes las palabras, y me he fascinado, se los digo de corazón, me he fascinado con lo que he descubierto en este libro maravilloso. En primer lugar, voy a ir dándoles poco a poco las palabras de los primeros versículos, para que ustedes las apunten, los que no tengan tiempo, después y lo apunten en tu casa, pero es importante que estas palabras las tengas para que puedas entender el libro de proverbios.

En primer lugar, la palabra sabiduría, comienza el libro diciéndonos: Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel; no hay la menor duda que es un libro de Salomón, a excepción del capítulo 31 que tiene algunas palabras del rey Lemuel, y de otra persona que intervino también en el libro de proverbios, pero de ahí en fuera, todo el libro le pertenece al rey Salomón. Cuando nosotros vemos la palabra sabiduría en el hebreo hay aproximadamente seis o siete palabras para definir la sabiduría, y en el hebreo parece que están muy juntas la palabra sabiduría e inteligencia, consejo y prudencia, sin embargo para nosotros como estudiantes profundos de las sagradas escrituras, nos va el Espíritu Santo a darnos conceptos que tal vez no habíamos antes estudiado. La palabra más importante en proverbios es sabiduría, y se repite 45 veces la palabra hebrea chokmâh (deletreo) y sabiduría – chokmâh – significa; la capacidad que Dios le daba a una persona para poder usar el conocimiento de Dios.

no hay sabiduría en el pueblo de Dios ¿Por qué? porque la mayor parte de los cristianos no practican lo que conocen de las Sagradas Escrituras

Nos vamos a ir muy despacito, y ustedes tienen que asimilar esto con todo su corazón. Veámoslo otra vez, yo puedo tener mucho conocimiento bíblico; me se las fechas de cuando fue el diluvio, me se las fechas de los reyes, inclusive de memoria cuántos reyes hubo, conozco el libro de Santiago, conozco el libro de los Romanos, sin embargo este conocimiento, si yo no lo aplico, si lo que yo se, no lo vivo, este conocimiento me va a destruir. El conocimiento per se envanece, si tú, el conocimiento no lo tienes para poder aplicarlo en tu vida, no eres una persona sabia, puedes llamarte intelectual, puedes llamarte una persona con títulos académicos, y lo único, repito, la Biblia dice 1 Corintios 8; el conocimiento per se envanece, más el espíritu edifica, o el amor edifica.

Entonces si yo estudio la Biblia, y comienzo a conocer la voluntad de Dios, y me dice Dios: comienza en tu casa, con tu esposa, comienza con tu esposo, comienza con tus hijos, y hijos comiencen con sus padres, en el hogar comiencen la vida cristiana. Si en el hogar nuestra vida cristiana no está siendo aplicada conforme a la palabra, entonces todo lo que yo se, no me sirve de nada, como consecuencia no soy una persona sabia, porque una persona sabia es una persona que aplica el conocimiento, al aplicar el conocimiento, Dios me da la sabiduría, porque de Él viene la sabiduría. Ahora ¿que significa que yo soy sabio? que soy una persona que se cómo aplicar los conceptos y los principios bíblicos en mi trabajo, como los puedo aplicar con ese hijo que tengo problemas, como los puedo aplicar con esa área de problemas con mi esposa, con esa área en mi administración, en mi panadería, en mi taller mecánico, al irme de viaje, comienzo a vivir con sabiduría, comienzo a disfrutar la vida porque tengo respuestas, y no importa el problema que se levante delante de mi, ningún problema hace que me amilane, que me amedrente, ningún problema me desanima, porque tengo la sabiduría para resolverlo.

Vean ustedes la importancia de la sabiduría, y si no somos sabios en la vida, Dios quiere que sus hijos sean sabios, y no hay sabiduría en el pueblo de Dios ¿Por qué? porque la mayor parte de los cristianos no practican lo que conocen de las Sagradas Escrituras. Hay muchos que se meten y estudian, qué bueno que estudies diplomados, que bueno que estudies un seminario teológico, que bueno que profundizas, y que vas de seminario en seminario, que bueno; pero al mismo tiempo dice Segunda de Pedro 3:18: que crezcamos en la gracia y en el conocimiento, si tú solamente comienzas a crecer en el puro conocimiento y en el puro conocimiento, y no creces en la gracia, te conviertes en un monstruo espiritual, te conviertes en un fenómeno, te conviertes en una persona desequilibrada, inestable, y vas a llegar a los 40 a 50 años de edad y nunca Dios te pudo usar, y fuiste de iglesia en iglesia, de ministerio en ministerio, de cine en cine, de teatro en teatro, de mujer en mujer, de placer en placer, de filosofía en filosofía, de seminario en seminario, porque nunca supiste en que concentrar tu llamado, y el llamado que tú tienes no lo tengo yo, mi ministerio nadie lo puede hacer más que yo, lo que Dios te llamo a ti a hacer nadie lo puede hacer más que tú.

Todos somos peculiares e individuales, y cada uno de nosotros tenemos que descubrir nuestro destino, lo más importante en la vida es descubrir para qué nacimos, es lo más importante, es la pregunta más importante para responder ¿cual es mi misión en la vida? ¿Para que naci? y tú tienes que descubrir esto, y Dios le revela esto, de acuerdo a Romanos 12:2 a las personas que renuevan su mente con la palabra de Dios, no os conforméis a este siglo, dice Romanos 12:2 sino transformaos por medio de la renovación del entendimiento