En estos días en los que el mundo parece moverse con una velocidad que a veces asusta, muchos se preguntan qué está pasando y hacia dónde vamos. La Biblia nos habla claramente de que llegarían tiempos en que “se levantarán nación contra nación, y reino contra reino”, donde habría confusión, incertidumbre y temor. Pero también nos dice algo más profundo: que todo esto es solo principio de dolores, señales que nos recuerdan que nuestra redención está más cerca que nunca.
Pero, querido oyente, el mensaje principal no es el temor… sino la esperanza.
Jesús no nos habló de estos acontecimientos para que vivamos angustiados, sino para que vivamos alertas, firmes en la fe, sabiendo que nada escapa de las manos de Dios.
Hoy, más que nunca, el Señor está llamando a Su pueblo a levantar la mirada, a no dejarse arrastrar por el ruido del mundo, y a fijar el corazón en Su palabra. Este es el tiempo de volver a la oración ferviente, de restaurar nuestra relación con Dios, de amar más, de perdonar más, de vivir con propósito.
Sí, los acontecimientos bíblicos se están alineando.
Sí, estamos viendo señales que muchos profetas anunciaron.
Pero también es cierto algo glorioso: Dios está preparando a Su iglesia para un despertar espiritual como nunca antes.
No temas. No te inquietes.
Jesús dijo: “Cuando veáis que suceden estas cosas, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.”
Que esta palabra llene tu vida de paz, de esperanza y de convicción.
Dios sigue obrando, sigue hablando, sigue salvando… y sigue teniendo el control.
